Está pintado de verde y eso no es casualidad. El Roma es el lugar donde se reúnen, todos los domingos, los panzers antes y después del partido, se gane o se pierda. Toda la familia comparte risas y los mayores también comparten cervezas. “El Alegría” es quien lleva la batuta en el estadio y en el bar con los cánticos caturros: “Vaaalparaíso, la ciudad más hermosa de Chile, Valparaíso Patrimonio de la Humanidad, Playa Ancha, Plaza Echaurren, El Litre, Rocuant, Rodelillo, el callejón de los miaos, el Siete Machos, el Wanderers”. Puedes ser un desconocido, o amar a otro equipo, pero el sólo hecho de que estés ahí, compartiendo el mismo espacio, es necesario para que te ofrezcan una conversa y vasos de cervezas. Era domingo, después del partido entre Wanderers y Puerto Montt, a la misma hora que habíamos ido el jueves. Llenos de prejuicios, nos ubicamos entremedio de los panzers, no conocíamos a nadie. Y no nos sabíamos los cánticos ni hinchábamos por el Wanderers. Dos desconocidos en el lugar donde todo el mundo se saludaba afectuosamente, los niños jugaban mientras los mayores jugaban el tercer tiempo del partido, abuelos, jóvenes, trabajadores, estudiantes, portuarios, rockeros, hippies entre otros conformaban la familia porteña. Ya nos estábamos preparando para partir, cuando se nos acercó uno de los que la llevaban en la barra, “el Alegría” ofreciéndonos un poco de cerveza y cigarros, pero por sobre lo consumido, nos estaba ofreciendo un buen momento para compartir. Después se acercó más gente, “el Argentino”, “el Loco Tuto” y “el Carloco”, todos querían conocernos, nadie nos reprochó que no fuéramos porteños ni wanderinos. Se acabó la cerveza y la conversación seguía, los panzers nos cantaban y la piel se nos ponía de gallina.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Domingo en el Roma
Está pintado de verde y eso no es casualidad. El Roma es el lugar donde se reúnen, todos los domingos, los panzers antes y después del partido, se gane o se pierda. Toda la familia comparte risas y los mayores también comparten cervezas. “El Alegría” es quien lleva la batuta en el estadio y en el bar con los cánticos caturros: “Vaaalparaíso, la ciudad más hermosa de Chile, Valparaíso Patrimonio de la Humanidad, Playa Ancha, Plaza Echaurren, El Litre, Rocuant, Rodelillo, el callejón de los miaos, el Siete Machos, el Wanderers”. Puedes ser un desconocido, o amar a otro equipo, pero el sólo hecho de que estés ahí, compartiendo el mismo espacio, es necesario para que te ofrezcan una conversa y vasos de cervezas. Era domingo, después del partido entre Wanderers y Puerto Montt, a la misma hora que habíamos ido el jueves. Llenos de prejuicios, nos ubicamos entremedio de los panzers, no conocíamos a nadie. Y no nos sabíamos los cánticos ni hinchábamos por el Wanderers. Dos desconocidos en el lugar donde todo el mundo se saludaba afectuosamente, los niños jugaban mientras los mayores jugaban el tercer tiempo del partido, abuelos, jóvenes, trabajadores, estudiantes, portuarios, rockeros, hippies entre otros conformaban la familia porteña. Ya nos estábamos preparando para partir, cuando se nos acercó uno de los que la llevaban en la barra, “el Alegría” ofreciéndonos un poco de cerveza y cigarros, pero por sobre lo consumido, nos estaba ofreciendo un buen momento para compartir. Después se acercó más gente, “el Argentino”, “el Loco Tuto” y “el Carloco”, todos querían conocernos, nadie nos reprochó que no fuéramos porteños ni wanderinos. Se acabó la cerveza y la conversación seguía, los panzers nos cantaban y la piel se nos ponía de gallina.
miércoles, 25 de marzo de 2009
codo a codo. mucho más que dos
sin una elevada moral, sin gestos nobles".
lunes, 2 de marzo de 2009
mi manifiesto marzista.
Haré bien el aseo, lavaré las sábanas y clasificaré los libros, teoría/novela/poesía. Le compraré comida a los perros -a los de la señora- por última vez, me pondré el vestido de flores, las argollas y los zapatos negros. compraré latinos light y frutas. Sacaré primero la ampolleta de la pieza de al lado, la del baño, la de la cocina, y por último, la de esta pieza húmeda. No mataré ninguna araña esta vez. pueden reproducirse ahora que no me verán. No me acostaré nunca más sin haber comido nada, durmiendo por hambre, y desvalada por los sonidos internos. Lo primero que haremos será escuchar la casa nueva. y les leeré un poema que me regaló mi hermano (G). Buscaré flores blancas por Valparaíso, para que las cuidemos entre las tres. Pintaré todo lo que tenga en frente, quizás por ocultar lo gris de la ciudad. No haré el amor, cuando no lo sea. Pero no borraré el corazón que él dibujó en mi ventana otra noche. Quizás sí.
A veces también es necesario que me digan que el universo es más ancho que mis caderas
viernes, 20 de febrero de 2009
hermano carcelero
“La luna vino anoche hermano carcelero, me miró desde el cielo pálida y sencilla y me hizo dormir con una ronda tibia”.
“Que negras deben ser tus noches hermano carcelero, sin lunas que te traigan rondas porque tu siempre estás cuidando que mi libertad no salga a caminar por las calles, y porque tú no sabes hermano carcelero, que no es a mí a quien tienes entre tus llaves, yo estoy bien, mi corazón sigue amando, mi espíritu sigue alimentando la decisión. mi sangre sigue cantando himnos a través de los bosques de mi cuerpo. Lo que tú tienes entre tus llaves hermano carcelero, es mi libertad y cuando yo me vaya, mi libertad se irá conmigo cantando. y si muero aquí, mi libertad se irá conmigo cantando. Y tú te quedaras acá en este lugar quemando tus días y tus noches en un afán ajeno. De modo que MIRA LO QUE ERES hermano carcelero, más triste que yo, menos libre que yo, y mañana, cuando tengas que entregar las llaves y el cerrojo no te atreverás a mirarte los manos, sólo dedos tendrás y más tarde, más tarde cuando abras la puerta de tu casa y te salga a recibir el beso blanco de tu nieto, ¿qué le vas a contar?. QUÉ LE VAS A CONTAAAAAAAAAR ¡”
By Tilusa.
viernes, 13 de febrero de 2009
Loca.
Loca, loca, loca...te volviste loca y disparaste frente a mi, que te habías enamorado hace unos años sin decirme nada. Entonces la emoción confirma el sentimiento.
Que mala suerte en el amor, ni buena suerte en el juego y si al final, lo que hay que vivir, lo que hay que soñar hay que vivirlo.
Te vuelvo a dar las gracias, te vuelvo a dar las gracias.
Me muero por saber que pasó contigo, en todos estos años en que no nos vimos. Me muero por saber que paso en tu casa, necesito esa cara de vulgaridad en mi cama, la que me dice que hacer, la que pregunta por qué, cómo, cuando no sé y dónde.
Que mala suerte en el amor, ni buena suerte en el juego. Y si al final, lo que hay que vivir, lo que hay que soñar hay que vivirlo.Te vuelvo a dar las gracias, te vuelvo a dar las gracias.
Que mala suerte en el amor, ni buena suerte en el juego y si al final, lo que hay que vivir, lo que hay que soñar hay que vivirlo.
Te vuelvo a dar las graciaste vuelvo a dar las gracias...