A veces cuando uno viene a Talca, se le confunden las caras con la gente de Valpo, y cuando estás en el puerto se te confunden las calles y crees estar en la ciudad de los completos.
Acá en Talca la alameda es la más bonita, y los tocomple son los más ricos, igual que el chancho en piedra y el mote con huesillo. Pero igual extrañas el vino callejiáo, el cortito en el Suecia, las chorrillanas del Mastodonte, el borgoña del Canario, el tropiloco en Las Ruinas, escuchar la Placeres y llegar a Playa Ancha escuchando el barco ebrio de la patogallina+sounmachin. Pedirle al tío del Cinzano que te deje entrar a mirar, el bajón con mortalconpan, los hermanos y hermanitas que se quedan en el puerto, en el veraneo de pobre. Hay que volver a encontrarse, reencontrarse con el pedacito de cielo que se nos olvidó.
Cuerpo, ideología: hacia un cuerpo utópico
Hace 5 años
1 comentario:
esos detalles de nuestro puerto querido estes donde estes siempre te logran sacar mas de alguna sonrisa.
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