Ahí viene otra vez. Esta vez sí. La última vez fue hace un mes, también fue la última vez que lo vi. Desde ahí que no hablábamos. Nos volvemos a encontrar, nos damos el abrazo de año nuevo. Nos desnudamos de a poco, muy lento, como queriendo que el tiempo se detuviera en nosotros. Nos besamos muy lento. Muy lento. Nos pusimos al día en nuestras contingencias personales. Estábamos cansados. Y esa mezcla entre borgoña y pizza con cebolla con el Felipe, me tenía incómoda. Dormimos, tomados de las manos. Era una noche en que de verdad nos deseábamos. La compañia y esa tranquilidad que nadie nos podía negar. Yo estaba segura de eso. El único ruido era nuestra respiración. No molestaba. Me dormí cerrando tus ojos con mis dedos. Despertamos cuando empezó a amanecer, éramos uno, las sábanas estaban en el suelo, y comenzamos…, antes que llegaras te odiaba, juro que te odiaba, pero llegaste con tus piernas firmes, debajo de mí. No nos prometimos nada, eso fue otras noches, como cuando dijiste que era tuya, o cuando dijiste el primer teAmo que hubo entre nosotros. No nos dijimos nada. Es más fácil llamar de noche. En fin, no dijimos nada.-
Cuerpo, ideología: hacia un cuerpo utópico
Hace 5 años
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