Más creo no confiar en el silencio, pues nunca se olvida la mirada cuando te mienten, que el pasado más amargo de esos días de noviembre del 2007, te han vuelto a hacer amargos los días de enero. El es un maestro esquivando preguntas, inventando certezas, besando con ternura, es un dios para convencerte, de que todo está bien cariño.
Y lo miré a los ojos y le dije otra vez: cuando no te veo juro que te odio.
-Yo también te odio cuando no te veo. Pero cuando nos acercamos nos volvemos locos, y locos.
No era necesario hacer definiciones, no tengo nada que ofrecerte. Salvo, de vez en cuando. Tú, no pretendes entregarme nada, más que de cuando en vez. Pero tu boquita me vuelve loca, y tiene nombre, y me recuerda más de 365 días, más de 4 estaciones, que hicimos nuestras, casi sin quererlo, casi sin darnos ni cuenta. Errores del tiempo, demasiado relativos. Y seguimos peleando por lo mismo, por ese misterio que inventas para cada respuesta, por ese querer saberlo todo, aunque me duela la guata de miedo por saber.
Teníamos tanto prisa en querernos, pero no era tan sencillo...
1 comentario:
puta que escribes lindo U_U
Publicar un comentario